El viernes pasado mi amado esposo me llamó por teléfono y me dijo que lo fuera a buscar al trabajo a ver si aprovechabamos y nos ibamos a comer algo a algún restaurancillo de Toronto. Yo, cual abnegada esposa, no podía negarme a semejante solicitud y después de buscar a mi cachorro a su plan vacacional, partí "rauda y veloz" (creo que estoy partiendo rauda y veloz como que muchas veces) a dirigirme a la urbe de Toronto.
Luego de pasar 2 horas en la autopista (se antojaron de arreglar un tramo y había una cola de los mil demonios) llegué al laboratorio y después de esperar como media hora al maridito estrella, el "Mexican Boy" amigo de mi esposo nos dijo que por qué en vez de comer no ibamos a un festival en el que estaba trabajando su novia Checa (esto no es un apodo y no es que la tipa es medio virola o que lo "chequea" mucho es que es de República Checa).
Nos fuimos al Festival y Oh sorpresa!!! El Festivalcillo al cual no le dio ni media importancia el Mexican Boy era

No se pueden imaginar el gentío que había, bueno, no se lo pueden imaginar pero pueden ver ésto

y ésto...

Había música por doquier y cada grupo y/o solistas uno mejor que otro...



Pero caminando y caminando, nuestro caminar se convirtió en pasos de baile al escuchar a


un grupo de salsa que era la sensación del festival y aunque los asistentes no daban "pie con bola" no dejaban de "tratar" de bailar al ritmo caribeño de la salsa brava!!!

Mi maridito y yo, "echamos un pie" un ratico y nos lo disfrutamos entre la mirada "babeada" de la gente ante tan expertos bailarines de salsa (bueno, tenemos lo nuestro pero al lado de ellos cualquiera!!!).
A ver, ahora quejense de que los tengo olvidados!!!
(By the way, las fotos no son mías porque como no sabía a donde iba no llevé mi cámara a Toronto... pa' que no vayan a decir que me estoy robando los derechos de autor de alguien!!!)